Ponencia de apertura en el XIV Encuentro de Comunidades Autónomas y Cooperación para el Desarrollo

Del 24 al 26 de noviembre se celebra en las ciudades extremeñas de Mérida y Cáceres el XIV Encuentro de Comunidades Autónomas y Cooperación para el Desarrollo a través del cual se pone en valor la importancia de la política de cooperación descentralizada, que es aquella que realizan las administraciones autonómicas y locales.

Ecoper ha participado en este encuentro realizando la ponencia de apertura del encuentro en el Museo Nacional de Arte Romano de Mérida. A continuación, compartimos el texto de la intervención:

Presidente, Alcalde, Secretaria de Estado, responsables políticos y técnicos de cooperación internacional de Extremadura y del resto de comunidades autónomas

Gracias por la invitación. Es muy gratificante para los que estudiamos y evaluamos las políticas públicas compartir espacios de reflexión con los que diseñan y ejecutan políticas públicas.

Además, es un gran honor intervenir en la apertura de un encuentro tan importante. Sí, aunque cooperación al desarrollo no sea el área que más atención política y mediática genera en nuestras comunidades autónomas, desde una perspectiva internacional, se trata de un encuentro muy importante y precisamente me gustaría dedicar mi intervención a subrayar esta importancia.

La importancia de lo local en la Agenda 2030

  • Desde la adopción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la cooperación entre ciudades y regiones ha generado un interés creciente en organizaciones internacionales como la OCDE y la ONU.
  • La Agenda 2030 es ante todo una agenda local: la OCDE estima que “el 60% de sus 169 metas solo se pueden alcanzar con la implicación activa de gobiernos subnacionales: son ODS de salud, educación, preparación para emergencias, agua, energía, vivienda, etc”. Nada menos que 101 metas distribuidas por los 17 ODS dependen de políticas locales. En otras palabras, como ya se ha repetido en distintos foros desde la adopción de la Nueva Agenda Urbana: Todos los ODS son locales.
  • Junto con esta idea de la “localización de los ODS” las autoridades internacionales de la ayuda al desarrollo han caído en la cuenta de que “la cooperación descentralizada es una fuente de financiación y de conocimiento históricamente desaprovechada”.
  • Más aún, la OCDE, la ONU y sus distintas agencias junto con los diversos actores que participan en sus conferencias internacionales y foros de alto nivel, están generando expectativas muy altas sobre gobiernos como el de Extremadura o el de Mérida y su potencial para transferir el conocimiento adquirido de su propia experiencia de desarrollo y de gestión pública hacia sus homólogos del Sur.
  • En este sentido, es destacable que desde la adopción de la Agenda 2030 en 2015, la ayuda descentralizada (partidas de AOD de presupuestos regionales y locales) está aumentando en términos absolutos y relativos. En 2019, se alcanzó un máximo histórico de 2.500 millones de dólares.

La importancia de la cooperación descentralizada española en España y el mundo

  • Si bien nadie (en los foros de cooperación al desarrollo) duda ya de la importancia de la cooperación descentralizada en general, todavía no se conoce ni se valora lo suficiente la importancia que tiene la cooperación descentralizada española.
  • Con datos 2019 sabemos que 32% de la AOD bilateral de España es ayuda proveniente de presupuestos autonómicos y municipales. El 32%, un tercio… la cooperación descentralizada es muy importante dentro de la cooperación española.
  • Además, ese ratio es el más alto del mundo: España es el donante más descentralizado del mundo, con la particularidad de que el segundo puesto del ranking lo disputan Alemania y Canadá, con un 7% y la media de la OCDE en el 2%.
  • En términos absolutos, España, con 357 millones de euros, es el segundo mayor proveedor de ayuda descentralizada a escala mundial, por detrás solo de Alemania.
  • Ahora bien, si tenemos en cuenta la ayuda que la OCDE denomina transfronteriza y por tanto excluimos del análisis las imputaciones contables relacionadas con estudiantes extranjeros y refugiados, Alemania pasa a ser el 5 donante descentralizado con 38 millones, y España se mantiene el primero del ranking con 310 millones.
  • Por consiguiente, España, sus CCAA y ayuntamientos españoles, son referentes muy importantes para la cooperación descentralizada mundial: los más importantes. Ignorar esta realidad supone una perdida de oportunidades para las autonomías y ciudades españolas, pero también para el conjunto de la cooperación internacional, pues son necesarios liderazgos claros para cumplir con las expectativas generadas, lo cual no es tan fácil.

Dificultades de la cooperación descentralizada

Señalaría al menos cuatro dificultades para cumplir con las expectativas generadas. Se trata de dificultades de la cooperación descentralizada en general y de la española en particular.

1.      

La teoría sobre las bondades de la cooperación descentralizada basadas en la propia experiencia de desarrollo no tiene tanta aplicación práctica. Sin duda existen experiencias muy positivas de cooperación técnica y transferencia de conocimientos desde gobiernos locales del Norte hacia sus homólogos del Sur, pero esta no es la modalidad de cooperación descentralizada dominante. En España, la mayoría de la ayuda descentralizada (60%) se canaliza a través de ONG; en otros países dominan los gastos realizados en el propio territorio, como los programas de acogida de estudiantes extranjeros, de asistencia a refugiados o la misma educación para el desarrollo.

2.       

En segundo lugar, las convocatorias locales de subvenciones a ONG (práctica dominante de la cooperación descentralizada de Italia, Francia, Bélgica o Suiza) no tiene un desarrollo teórico suficiente. Ninguno de los documentos internacionales que han puesto en valor a la cooperación descentralizada hace referencia a este tipo de ayudas. Algunos pensamos que, además de su propia experiencia de desarrollo territorial, las comunidades y ayuntamientos cuentan con otra ventaja comparativa en cooperación, la cercanía al ciudadano, y son por tanto instituciones indicadas para apoyar a organizaciones ciudadanas (también) en su trabajo transnacional. No obstante, este discurso está la construcción de este discurso en el ámbito nacional e internacional, así como la exploración de sinergias entre la cooperación internacional de nuestra sociedad civil y la cooperación directa de nuestros ayuntamientos y comunidades autónomas, más allá de algunas experiencias puntuales.

3.       

La tercera dificultad tiene que ver con la inseguridad de las propias instituciones de cooperación descentralizada. Son inseguridades y dudas sobre el apoyo ciudadano con el que cuenta esta política pública a nivel autonómico y local, a veces nos llevan incluso a no comunicar lo que hacemos. Por un lado, hay un número muy significativo de ciudadanos organizados en las ONG que participan activan en esta política. Por otro lado, fuera del sector, todo apunta a que ésta no es una política conocida y valorada. El CIS (CIS, 2016) en una encuesta de 2016 en la que detecta un fuerte apoyo de la ciudadanía española a la cooperación al desarrollo e incluso a la idea del 0,7%, en relación con la descentralización de la cooperación, descubrió que…

  • 60% de sus encuestados no sabe si su comunidad autónoma dedica alguna parte de sus recursos a la cooperación con los países en desarrollo,
  • porcentaje que asciende al 64,5% en el caso de los ayuntamientos,
  • cuando se les pregunta si las comunidades autónomas y los ayuntamientos deberían dedicar parte de sus recursos a la cooperación con los países en desarrollo, la principal respuesta es que tienen otras prioridades (49% de las respuestas)

4.       

Como cuarta y última dificultad, cabe señalar que la cooperación descentralizada, por su propia naturaleza carece por lo general de órganos centralizadores de ciertas funciones como el análisis estratégico, por sectores y países o regiones; la identificación de proyectos y contrapartes; la representación ante organismos internacionales; la participación presencial y activa en los grandes encuentros multilaterales, etc. Evidentemente, estas funciones podrían ser apoyadas por gobiernos centrales, pero hasta ahora este apoyo no se ha prestado en España ni fuera de ella, al menos de una manera estratégica y sistemática.

Conclusiones

En conclusión, la cooperación descentralizada tiene un enorme potencial para contribuir a la Agenda 2030. Nadie lo niega y así ha reconocido por las mayores autoridades internacionales en materia de cooperación para el desarrollo. No obstante, este potencial todavía no se ha desplegado.

Muchas gracias.